Comer en un museo

Los principales centros museísticos de la ciudad cuentan con servicio de cafetería, incluso algunos de ellos ofrecen una oferta de restauración completa. Destaca la carta diseñada por una chef con dos estrellas Michelin, la cocinera Fina Puigdevall, del Òleum, el restaurante del Museu Nacional d’Art de Catalunya (Av. Reina Maria Cristina), que ocupa el antiguo Salón del Trono del Palau Nacional y cuenta con magníficas vistas. También buenas vistas, al puerto, tiene el 1881 por Sagardi, el restaurante del Museu d’Història de Catalunya (Palau de Mar), con cocina tradicional mediterránea. No dudes en pedir pescado, que envía directamente la Cofradía de Pescadores de Barcelona. También cocina marinera en la cafetería-restaurante del Museu Marítim, un espacio ejemplo del mejor Gótico y la única construcción civil de este estilo en la ciudad. Asimismo, son recomendables el restaurante con terraza y jardín de la Fundació Miró (Parc de Montjuïc), en un original edificio vanguardista de Josep Lluís Sert. Completan la lista los servicios de restauración ubicados en espacios singulares como la antigua fábrica modernista Casaramona obra de Puig i Cadafalch que ocupa hoy Caixaforum; y la cafetería de Museu de la Ciència Cosmocaixa, una antigua nave modernista y una opción perfecta para visitar en familia.